“Tiene diabetes”, me dijo el doctor.
Me quedé sin aire por un par de minutos, hasta que una vocecita me susurró: respira, respira… Ahí comencé a jadear por la boca como si me estuviera persiguiendo un león. Esa respiración se quedó conmigo todo el tiempo que mi hijo estuvo en el hospital. Respirar es algo natural, pero ¿sabías que puedes respirar mejor cuando respiras conscientemente? Por ejemplo, los bebés respiran relajadamente; vemos cómo su barriguita sube y baja. Sin embargo, con los años comenzamos a tener ciertos vicios, respiramos de forma rápida y solo con la parte de arriba de los pulmones. ¡Esa es la respiración del estrés! Y yo me pregunto: ¿será que el estrés nos provoca la respiración agitada o respirar corto y rápido es lo que nos genera más estrés? Si te pregunto, ¿cómo estás respirando ahorita? Seguro tomaste conciencia y quizá respiraste profundamente, ¿verdad? ¿Te das cuenta de que con solo poner atención respiras mejor? Novak Djokovic, tenista con el récord de más torneos ganados de Grand Slam, compartió, en una entrevista, un tip para mejorar la salud mental: “Probablemente, el consejo más importante, es aprender a respirar conscientemente. Suena extraño porque todos respiramos, obviamente es automático. Pero aprender a dominar esa habilidad es tan importante como los entrenamientos que necesitamos como atletas. Eso nos ayudará a dormir mejor, a tener mejor recuperación y más presencia en el momento, porque siempre estamos viajando del pasado al futuro. La respiración consciente nos centra, de repente observas las cosas desde una perspectiva diferente y no eres tan impulsivo.”. James Nestor, en su libro “Respira”, que es lo más parecido a la “biblia de la respiración”, dice que si aprendemos a respirar bien es posible: acabar con problemas de sueño, dolores de espalda, prevenir el envejecimiento, la fatiga, el mal humor, se ronca menos, se incrementa el rendimiento físico, se mejora nuestro sistema inmune, se regula mejor el peso y se mejora el funcionamiento sexual. Aquí sus 5 recomendaciones:
1.- Debemos respirar solo por la nariz siempre, porque hacerlo con la boca “es algo terrible”, ya que el estrés alcanza su punto máximo.
2.- “Darles a los pulmones más aire de lo que necesitan es nocivo a nivel celular, debemos respirar menos”, señala. Esto se logra con ejercicios de respiración consciente; más adelante te compartiré el mío.
3.- Alargar las exhalaciones. Si sacamos todo el aire antes de tomar una bocanada, prevenimos nuestro envejecimiento celular.
4.- Tómate el tiempo para respirar lento y profundamente, varias veces.
5.- Masticar bien, comer alimentos crudos y duros también te ayudará a respirar mejor.
Yo soy una embajadora de la respiración antiestrés, por eso, te comparto mi ejercicio favorito de respiración tranquilizante:
Respiración cuadrada: Inhala por la nariz en 4 tiempos, aguanta la respiración 4 tiempos, exhala por la nariz 4 tiempos, quédate sin aire 4 tiempos.
Prueba al menos tres rondas y sentirás los beneficios. Y en momentos de estrés, algo tan simple como hacer tres respiraciones profundas, puede relajarnos como si hubiésemos ido al spa por dos horas.
¡Es magia! Inténtalo y cuéntame cómo te fue.
Escríbeme en mis redes sociales y dime de qué tema te gustaría que platicáramos.
Gracias por acompañarme una vez más.